lunes, 29 de noviembre de 2010

Homicidio por compasión


     Para algunas personas e inclusive la etimología de la palabra Eutanasia significa buena muerte, lo que se puede entender y conocer popularmente como agonía serena o muerte dulce, muerte propiedad. En un sentido más técnico sería muerte sin sufrimiento ocasionada a quien padece una enfermedad incurable o dolorosa.

     La práctica de la eutanasia contraviene todos los principios éticos y morales que sustentan nuestra sociedad, atenta contra los valores religiosos en los cuales se ha sostenido durante siglos la Iglesia Católica. Hay quienes sostienen que la eutanasia conduciría a la reducción de los fondos para la investigación de enfermedades que hoy son consideradas incurables.

      La eutanasia es un tema que crea divergencia de criterios dentro de la sociedad, aunque su práctica no sea algo novedoso. Hoy día ha tomado relevancia y se basa en lo que etimológicamente plantea como “buena muerte”, parte de la controversia en torno a este concepto se debe a las diferentes interpretaciones etimológicas, éticas, morales y legales.

     Una población de 20 ancianos que acuden al Hospital Universitario de Maracaibo (HUM), respondieron a la pregunta que aluce a qué aspectos influyen en su opinión con respecto a la eutanasia, obteniendo como resultado que el 50% de la población hace alusión al ámbito religioso, en el cual emplea un poder adquisitivo con respecto a la misma; el 25% de los encuestados afirman que lo moral hace referencia a la práctica de la eutanasia; el 20% de los ancianos deducen que otras doctrinas como lo es la cultura, la sociedad en general afirman la decisión de la misma, el 5% de la población sostiene que el ámbito legal adquiere posición en cuanto a lo que la eutanasia se refiere y ninguno de los encuestados trataron que la economía influye a la eutanasia.
     En Venezuela, este procedimiento empieza a verse como una posibilidad si se aprueba en las discusiones del proyecto de Código Orgánico Penal, y si  es así, quedará legalizada.

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¿Qué dice la ley?


     En el artículo 163 del texto se establece que "no será punible el médico quien, por voluntad expresa de una persona hábil por la ley, sea requerido para poner fin a su vida, por procedimientos científicos, siempre y cuando: Conste por escrito de cualquier forma la expresión clara y libre de su voluntad; se trate de persona mayor de edad o emancipado; la persona solicitante presente una enfermedad terminal, incurable, en fase terminal constatada y ratificada en condiciones clínicas y la opinión manifestada por dos médicos ajenos a la relación médico-paciente; cuando la persona solicitante esté mentalmente incapacitada, o se haya diagnosticado la muerte cerebral por metodología científica prevaleciente, se tomará como expresión de voluntad la otorgada por documento público ante autoridad competente en oportunidad anterior al suceso que lo incapacite y en su defecto por los dos familiares más allegados".

     El derecho del paciente se encuentra restringido por el requisito de escribir un documento, que debe ser renovado de tiempo en tiempo de acuerdo con diversas estipulaciones para que conserve su validez. Todo paciente crítico hospitalizado sin un documento “Esta es mi Voluntad o Testamento Vital”, ajustado a la ley, corre el riesgo de que lo sometan a tratamientos inútiles que prolongan su proceso de morir.

     Según la inclusión de la eutanasia en el Código Orgánico Penal Venezolano traería como consecuencia que un paciente que sufra una enfermedad terminal podrá solicitarle a los médicos que lo tratan ayuda para acelerar su muerte, y éstos podrán conceder la petición sin que ello pueda acarrearles ninguna consecuencia legal.
     La eutanasia sería una práctica ilícita siempre y cuando se apruebe el proyecto del Código Orgánico Penal que elaboró de forma específica la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional (AN) el 11 de octubre, presidida por el diputado del PSUV Tulio Jiménez, y apoyado por su colega Iris Varela.

     La propuesta ampara al profesional de la salud al momento de poner fin a la vida de un paciente con una enfermedad terminal, si éste lo desea. La preocupación principal de cualquier legislación sobre la muerte natural debería ser afirmada, de manera práctica, el derecho natural de cualquier persona a no ser sometida a tratamientos inútiles.

    Aunado a esto, otra investigación publicada en la página web sehablade.com menciona los países en que está legalizada la eutanasia, para así comprender de manera general la práctica de la misma, siendo éste un método de desconexión de aparatos a los individuos que padecen de enfermedades terminales.

A nivel global

     En  la mayoría de los países la eutanasia es ilegal, puesto que abusa de forma natural el derecho a la vida que está establecido en los Derechos Humanos. No obstante existen casos como el de Bélgica y Holanda que están a favor y ya han legalizado su práctica, de igual forma lo realizó el estado de Oregon en EE.UU, así lo expresa un artículo publicado en el portal web de la universidad de Perú http://www.universidadperu.com/. En el mismo se hace la salvedad que Suiza y Colombia tienen legislado que la eutanasia no es un delito, pues ayuda a las personas en fase terminal a morir, siempre que se haya realizado una autorización clara y precisa.

     Desde la concepción cultural de Japón, la eutanasia es el suicidio visto como la alternativa "honorable" a la pérdida del prestigio y del honor. La tasa de suicidio en Japón ha subido entre los ancianos, muchos de los cuales son marginados y abandonados.

     Los médicos en general, al tratar de vencer la muerte, someten a sus pacientes a terapias agresivas y prolongan innecesariamente la agonía sabiendo que muchos de éstos no aceptan la prédica tradicional de sufrir en silencio y con resignación.

La iglesia


    José Palmar presbítero, párroco de nuestra señora de Guadalupe, en el municipio San Francisco, explica que “la iglesia siempre ha criticado la eutanasia por ser un acto que atente contra la vida y es un sinónimo de homicidio, pues se acelera la muerte de un enfermo que, por sus condiciones, no está totalmente consciente de la decisión que pueda tomar sólo para calmar su dolor”.

     Del mismo modo, afirma que la eutanasia es una especie de “muerte alentada” a lo natural, y según el artículo 43 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el derecho a la vida es inviolable, por lo tanto se deberían respetar las leyes y el mandamiento de “No Matarás”.

     Benedicto XVII ha hablado claramente de la necesidad de respetar el valor de la vida humana ante los intentos de legalización de la eutanasia. “Aunque es verdad que la vida humana en cada una de sus fases es digna del máximo respeto, en ciertos aspectos lo es más aún cuando está marcada por la ancianidad y la enfermedad”, son declaraciones realizadas en la página web www.muertedigna.org por el mismo Benedicto XVII.

     Del mismo modo el papa comentó que “la actual mentalidad eficientista a menudo tiende a marginar a estos hermanos y hermanas nuestros que sufren, como si sólo fueran una carga y un problema para la sociedad”.

     En este sentido, la iglesia en especial la católica no acepta la eutanasia en ninguna de sus formas, menos si se trata de matar a un inocente. Un cristiano coherente se sabe hijo de Dios y en él confía también para la hora de la muerte.

Consecuencias Psicológicas de la eutanasia


     Desde el punto de vista psicológico Diana Abreu explica que, “siempre existen factores emocionales asociados a cualquier decisión de la vida, sobre todo aquellas que determinan los ciclos vitales. Emociones como la desesperanza, tristeza, melancolía, pánico, desmotivación, entre otros pueden asociarse a tomar la decisión de practicar la Eutanasia. Trastornos como depresión, síndrome de Munchausen, Síndrome de burn out, Psicosis, entre otros, puede disfrazar la decisión de la Eutanasia cuando realmente son producto de una enfermedad psiquiatrita”.
     Es importante considerar que “la Eutanasia propiamente dicha como una decisión, debe ser producto de la reflexión basada en el sistema de creencias personales de quien la practicara y no de algún malestar psiquiátrico. Dentro del código de ética de los profesionales de la salud en occidente, aún se considera la Eutanasia como delito, tanto ejecutarla, como asistirla. Mas sin embargo los profesionales de la salud no pueden obligar a algunas personas a realizarse tratamientos y en este respecto una persona desesperanzada, desmotivada o deprimida no podría contar con el apoyo de un profesional sin su consentimiento”.
     A nivel psicosocial, la eutanasia afecta el sistema de creencias y valores que la persona tenga. Si la decisión fue tomada luego de un análisis considerando los motivos y razones, supongo que la afección será de satisfacción; mas sin embargo si la decisión fue tomada sin considerar ninguno de los factores anteriormente mencionados, pues la persona puede correr el riesgo de sentir sentimientos de arrepentimiento, culpa, entre otros. “El gran problema es que el resultado de esta práctica es irreversible, por lo que las personas realmente deben asumirlo como una decisión de cuidado.” Su asistencia discriminada puede desarrollar trastornos como estrés post traumático, que son indeseables.
     En Venezuela no se encuentra  valores sociales asociados a la muerte voluntaria, por lo que aquí la legalización de la Eutanasia no tendría ningún sentido. Se considera como una invitación a la emancipación de minorías que no repercuten trascendentalmente en la sociedad.

¿Es correcto llamar a la Eutanasia una muerte dulce o sin dolor?

     Según el  doctor Mervin Urbina, Oncólogo del Hospital Universitario de Maracaibo (HUM) afirma que “es uno de los términos más apropiados que se le puede dar a la Eutanasia , he notado, que dentro de los propósitos de la Eutanasia esta el hacer de la muerte de un paciente terminal algo lo menos doloroso posible, teniendo en cuenta que dicho paciente ya no tiene esperanzas de vida, y ha debido aguantar todo el sufrimiento que conlleva una enfermedad de dichas características, por lo que se trata de acabar lo más pronto posible con tales padecimientos”.

¿En Venezuela se aplica la Eutanasia?

     Según Xiomara Martínez Oncóloga del Hospital Universitario de Maracaibo (HUM)  explica que, en Venezuela se aplica la eutanasia únicamente y exclusivamente cuando la persona hace una solicitud por escrito mediante un representante legal solicitando que se le practique esta alternativa en caso de que la persona esta diagnosticada en enfermedades terminales, cuando esas enfermedades terminales, producen un sufrimiento para esas personas. Para aquellas personas que no pueden por inmovilidad( que no pueden escribir, redactar, producir un sonido), lo pueden hacer por un representante legal a través de simbología, pero son casos muy aislado, porque los médicos venezolanos se cuidan mucho para aplicar esta actividad.

     Hoy día, gracias a los avances de la medicina se consigue alargar significativamente la vida de los pacientes, pero no siempre se tiene en cuenta la voluntad de estos, ocasionándoles con esa continuación una vida llena de graves padecimientos. Junto a los avances de la medicina se encuentra que los ordenamientos jurídicos se esfuerzan en proteger la vida humana de tal modo que quede por encima de otros valores jurídicos.